miércoles, 6 de julio de 2016

La Porta del Cel 2016.

Hace unos meses leí la crónica de la Porta del Cel que había realizado mi querida amiga Julia y me impresionó tanto el relato, por la dureza y la belleza que destilaban sus páginas que decidí hacerla en julio con la idea de correrla en dos días. Hablo del plan a los amigos de entrene y, parece que les hace tilín la idea. Se apuntan Ramón y Ximo. Decidimos hacerla el primer fin de semana de julio.
Salimos el viernes al mediodía, después de trabajar y con el coche nos acercamos a Tavascan. llegamos a las 23 horas después de haber cenado en Sort. Dormimos poco y mal, debe ser por la tensión de lo que se nos avecina. A las seis de la mañana ya estamos en marcha para poder llegar antes de las 21 horas al refugio de Vallferrera. Tenemos 16 horas por delante.
De Tavascán al collado de Certascan vamos subiendo por sendas muy bonitas y de poca complicación. pasamos por el camping de Graus y por las Bordes de Noarre. 
Cascadas y estanys comienzan a salpicar el viaje.
Ya nos mojamos las zapatillas que seguirán mojadas toda la jornada y el día siguiente. Llegamos al Coll de Certascan a 2586 m. Las vistas nos impactan. No subimos al pico, aunque pensamos que vamos bien de tiempo pero queremos reservar por si decidimos subir a la Pica d'Estats.
Hora del almuerzo y después nos ponemos los crampones y a bajar la primera pala.
La nieve ha perdido algo de dureza y la bajamos con mucha alegría, talonando perfectamente. Las vistas acojonantes, con el estany de Certascan al fondo, fondo. paramos en el refugio de Certascan
a sellar el billete de recuerdo y seguimos bajando . 
Vamos muy bien de tiempo y bajando con buen ritmo.
Llegamos a una subida que nos deja en el coll de Lluri (2217 m.) y aquí empiezan los problemas, ralentizamos el paso y se nos hace dura la subida. Pero la bajada aún es peor, muy técnica y poco corredora. Suerte que la belleza del paisaje nos da alas. Nueva subida al port de l'Artiga (2471 m.) para pasar a Francia que nos recibe con una espesa niebla que nos oculta las vistas de los valles franceses tan profundos.
Una pena. La subida la hemos hecho al ralentí y la bajada poniendo la reductora porque son unas pedreras graníticas considerables. Seguimos subiendo para llegar al estany de Montestaure (2300 m.) rodeado de majestuosas montañas que nos asustan cuando la niebla nos deja ver toda su grandiosidad. Poco antes de llegar al refugio de Pinet nos encontramos dos montañeros, un poco desorientados que al vernos deciden esperarnos para preguntarnos por el camino del refugio. Nosotros les contestamos que es la primera vez que hacemos la ruta pero que siguiendo el track llegaremos. encontramos el paso un poco a la izquierda del nevero y subimos trepando un pequeño resalte equipado como vía ferrata

y llegamos casi al refugio de Pinet pero no bajamos y continuamos con la ascensión a la Pica d'Estats. he de dejar constancia que la senda por la parte francesa está poco o nada marcada y las sendas no pueden recibir ese nombre. Poco antes de llegar al Refugio de PInet tuve un resbalón porque iba mirando el GPS y caí encima del bastón con la consecuencia de rotura del mismo. Así que guardo los bastones y hago el resto sin ayuda bastonil. La nieve cada vez es más abundante. pasamos por unas palas con mucho desnivel,
con unas caídas que se pierden en la niebla. Nos asustan un poco pero las pasamos y nos plantamos en el coll de l'estany de la Cometa (2910 m.) que es el punto más alto de nuestra ruta porque decidimos no subir a la Pica ya que se nos ha hecho tarde y hace un frío que pela.

Seguimos con los crampones hasta el Port de Sotllo (2874 m.) y toda la bajada de la pala que nos deja a los pies de l'Estany d'Estats a 2465 m. Ya son más de las 10 de la noche y en el refugio han cerrado, intentamos llamar pero no nos cogen el teléfono. la noche se presenta rasa con todo su desparramo de estrellas. Pero vamos con las fuerzas justas y desde l'estany d'Estats hasta el refugio se nos hace difícil la marcha. La senda tampoco está en buenas condiciones y me obliga a llevar constantemente el GPS delante de los ojos para no salirme del track. Llegamos al refugio a las dos de la mañana. Sin ducharnos ni asearnos  entramos en el comedor y nos tiramos en el suelo y yo encima un banco y maldormimos 4 horas escasa hasta que abren la cantina para los desayunos. Le explicamos a la chica del refugio lo que nos ha pasado y que nuestra planificación se había ido al carajo delante de la dificultad de la ruta. Lo entiende perfectamente. Nos da el desayuno calentito y eso nos reconforta y permite que recuperemos fuerzas y ánimos para continuar la ruta ya que Ximo, que la noche anterior había vomitado todo lo que tenía dentro, se encontraba muy bajo de moral y pensaba pedir en el refugio que lo bajaran en coche hasta Tavascán. Y Ramón, que con esta llevaba dos noches sin pegar ojo, quería echarse dos horitas en alguna cama para poder recuperarse algo.
Pero lo hablamos y, sensatamente decidimos emprender la ruta a las 7 de la mañana para, esta vez si llegar antes de las dos al hotel de Tavascán y ducharnos y comer de caliente para hacer el viaje de vuelta a Valencia. Parece que nos hemos recuperado muy bien y hacemos la subida que nos lleva al estany de Baborte
y el coll de Sellente (2488 m.)
con buen ritmo y bajamos corriendo la siguiente cuesta que nos deja a los pies de la ultimica subida de la ruta: el coll de la Llacuna (2596 m.)
Esta por ser la última es la que más nos cuesta. Menuda inclinación que tenía. Arriba paramos a almorzar y muy contentos empezamos la bajada final que nos conducirá a Tavascan. Intentamos hacerla corriendo pero con las fuerzas menguadas se nos hace imposible. Llegamos al hotel Marxant a las 3 de la tarde con unas ganas exageradas de tomar una cervecita fresca.
El dueño nos deja ducharnos mientras nos preparan la comida, que nos sabe a gloria bendita. cafetito y para casa. A las 24 horas llegamos al destino cansados y apaleados pero enormemente orgullosos y satisfechos con la ruta que nos hemos merendado.

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