Última carrera del año y
primer y último desafío. Nos vamos a Finestrat a correr el Desafío Lurbel
Aitana 2015. Carrera de 120 km y 7000 de desnivel positivo. Muy dura por las
apretadas subidas y las resbaladizas bajadas que no permiten correr holgadamente,
aunque tampoco podría mucho.
Voy con Dani y para los
dos es un reto inmenso. Para él porque supone acabar la primera Ultra de tantos
km y para mí porque después del año fatídico que arrastro con el cáncer, la
operación, la radio y la recuperación, se presenta como una prueba inmejorable
para ver en qué posición me encuentro en la escala de la total recuperación.
El viernes pasamos por
Finestrat a dejar las bolsas y recoger el dorsal. Dormimos a lo grande en el
hotel Estación de Benidorm y a las 4:30 suena el despertador. Nos ponemos la
ropa de faena y bajamos a desayunar todo lo que podemos que es mucho.
En Finestrat nos
acercamos a la salida con muchos nervios pero con un planteamiento conservador
resumido en que tenemos que acabarla y, si es posible, en menos de 25 horas.
Hacemos los primeros km
en cola, cola de la carrera disfrutando del suave amanecer y de las increíbles vistas
de la costa que se nos ofrecen desde la sierra Cortina.
Amanece y divisamos el
primer coloso de la carrera: el Puigcampana con su km vertical en 3,5 km que ya
va a empezar a dejar a cada corredor en su sitio.
Sin esforzarme mucho adelanto
a cerca de 20 corredores, lo cual me hace pensar, sabiendo lo mal que yo subo,
que esta gente ha salido subida de revoluciones y que, posiblemente lo van a
pagar.
Hay que ver lo que les
cuesta a algunos dejar pasar al que va más rápido, casi tienes que enfadarte
para que respeten una regla básica de las carreras de montaña, en fin.
Llego a la cima fresco
como una rosa. Espero a Dani y me sumerjo en la fastuosidad de todo lo que
contemplo.
La bajada es dura y difícil
pero se hace y pasan los km y los avituallamientos, el coll del Pouet, el Pas
del Comptador (que lo subo hablando con Raimundo) y el trío de alemanes que se
quedará en pareja más adelante.
Pasamos por els Salts,
lugar recogido de gran belleza y con saltos de agua, si llueve.
En Benimantell (km 40)
está la primera bolsa de recambio y hago un reglaje total de todos los aperos:
zapas, ropa y tecnología. Además es la hora de comer y nos zampamos un buen
plato de pasta que sabe a gloria y de vuelta a la ruta empezamos la segunda
gran subida de la jornada
que nos dejará en lo alto de la mallada del llop
(1300 m) inicio de la Serrella, para mí, la zona más complicada de la carrera
por el continuo sube y baja para pasar por el pla de la Casa y por el Recingle
alt.
Todo se acaba, hasta la
luz del día y enchufamos los frontales poco antes de llegar al avi de
Monesillo.
Cargamos agua, bebo Isostar y Coca cola y como plátano (que, a la
postre, es el avituallamiento típico que hago en todas las paradas, sin
necesidad de nada más. Sólo como y bebo de lo que me dan en los avituallamientos.
Lo que yo llevo es imperativo legal de la organización pero no toco nada.)
Ya es noche cerrada y
pensamos en llegar a Confrides (km68) donde está la segunda bolsa para cambiar
las zapatillas y, como es hora de cenar, meternos el segundo plato de pasta con
carne picada que entra fenomenal, así como la Coca cola y el café.
Salimos bien abrigados
para enfrentarnos a la larga noche de los tiempos y a la feroz subida del
Aitana. Realmente no me parece tan dura. Arriba tengo que esperar a Dani, que
le ha costado un poco más. Cuando asoma por la cumbre le digo que podemos
empezar a correr, que me he quedado helado, pero él prefiere ir a un ritmo más
pausado, así que ahí nos despedimos y yo comienzo una frenética lucha por
entrar en calor y veo que me encuentro muy bien y que corriendo a un ritmo
aceptable alcanzo, de nuevo y finalmente a la pareja de alemanes y a un grupo de Calp que nos habían adelantado al salir de Confrides. Es tanta la alegría y el ritmo que no veo un desvío a una senda y continúo por la pista, pero oigo silbidos que me indican que retroceda. No ha sido nada: dos minutos más de carrera.
Sogo adelantando corredores y me planto en la bajada a Sella, empinada, resbaladiza y traicionera. Me canso de adelantar a gente que casi no camina o directamente parados, quizás esperando que se aplane un poco la bajada. Esta parte de las carreras son las que más me gustan tal vez porque soy un inconsciente pero me encantan.
Entrada en Sella (km 90) con la última bolsa de recambio esperando. Sólo cambio la camiseta térmica, bebo el preceptivo Isostar y la Coca cola y el plátano y los dos lacitos y a continuar a tope con una interminable subida de 11 km por una pista bien cuidada que en muchos tramos permite apagar el frontal y disfrutar con la iluminación natural de la luna. !Cómo me gusta correr por la noche¡ Adelanto algún corredor más pero cada vez es más difícil ver al personal.
Coll del Sacaret (km 103). me paro a por el Isostar y todo lo demás y hablo con los chicos del avituallamiento que me plantean un plan de carrera: me dicen que me ven muy bien y que tengo a mano, por lo menos a 5 corredores que no hace mucho que han pasado. Me recargan las pilas y hago una bajada por una senda muy chula a un ritmo bastante alto y voy dando alcance a los corredores que me han dicho y me planto en el último avituallamiento y ya huelo la meta aunque queda superar la tachuela de la Sierra de Orxeta, que es dura porque es dura y porque es la última pero la subo como nunca he subido la última cuesta en una ultra y me encuentro perfectamente: sin calambres, sin cargas musculares, sin pájaras y con mucha energía y subo y bajo y me planto en Finestrat y a 300 m de meta veo a dos franceses que van delante y les aviso que corran porque sino los adelanto y eso da mucha rabia. Me hacen caso nada más oírme y aceleran lo suficiente para que me sea imposible darles caza. !Que bueno soy¡
Entrada en meta y con una satisfacción enorme y la comprobación en el terreno de que la enfermedad es pasado.
Ducha reconfortante, cambio de ropa y a esperar que llegue Dani.
Mirando las hojas de clasificaciones aparezco como 4º Master, una pena pero llego a casa y me dicen los amigos que he quedado 3º. Cuanto lo siento porque en esta carrera si que me hubiera gustado subir al podio. llamo a la organización y me confirman que he acabado 3º.