domingo, 6 de diciembre de 2015

120 km Desafío Lurbel Aitana 2015.

Última carrera del año y primer y último desafío. Nos vamos a Finestrat a correr el Desafío Lurbel Aitana 2015. Carrera de 120 km y 7000 de desnivel positivo. Muy dura por las apretadas subidas y las resbaladizas bajadas que no permiten correr holgadamente, aunque tampoco podría mucho.
Voy con Dani y para los dos es un reto inmenso. Para él porque supone acabar la primera Ultra de tantos km y para mí porque después del año fatídico que arrastro con el cáncer, la operación, la radio y la recuperación, se presenta como una prueba inmejorable para ver en qué posición me encuentro en la escala de la total recuperación.
El viernes pasamos por Finestrat a dejar las bolsas y recoger el dorsal. Dormimos a lo grande en el hotel Estación de Benidorm y a las 4:30 suena el despertador. Nos ponemos la ropa de faena y bajamos a desayunar todo lo que podemos que es mucho.
En Finestrat nos acercamos a la salida con muchos nervios pero con un planteamiento conservador resumido en que tenemos que acabarla y, si es posible, en menos de 25 horas.
Hacemos los primeros km en cola, cola de la carrera disfrutando del suave amanecer y de las increíbles vistas de la costa que se nos ofrecen desde la sierra Cortina.
Desde la Sierra Cortina.
Amanece y divisamos el primer coloso de la carrera: el Puigcampana con su km vertical en 3,5 km que ya va a empezar a dejar a cada corredor en su sitio. 
Puigcampana y la canal de subida.
Sin esforzarme mucho adelanto a cerca de 20 corredores, lo cual me hace pensar, sabiendo lo mal que yo subo, que esta gente ha salido subida de revoluciones y que, posiblemente lo van a pagar.
Hay que ver lo que les cuesta a algunos dejar pasar al que va más rápido, casi tienes que enfadarte para que respeten una regla básica de las carreras de montaña, en fin.
Llego a la cima fresco como una rosa. Espero a Dani y me sumerjo en la fastuosidad de todo lo que contemplo.
La bajada es dura y difícil pero se hace y pasan los km y los avituallamientos, el coll del Pouet, el Pas del Comptador (que lo subo hablando con Raimundo) y el trío de alemanes que se quedará en pareja más adelante.
Pasamos por els Salts, lugar recogido de gran belleza y con saltos de agua, si llueve.
Els Salts
En Benimantell (km 40) está la primera bolsa de recambio y hago un reglaje total de todos los aperos: zapas, ropa y tecnología. Además es la hora de comer y nos zampamos un buen plato de pasta que sabe a gloria y de vuelta a la ruta empezamos la segunda gran subida de la jornada
Embalse de Guadalest y Barranco Canal.
que nos dejará en lo alto de la mallada del llop (1300 m) inicio de la Serrella, para mí, la zona más complicada de la carrera por el continuo sube y baja para pasar por el pla de la Casa y por el Recingle alt.
Mallada del Llop.

Cava para hacer hielo.
Todo se acaba, hasta la luz del día y enchufamos los frontales poco antes de llegar al avi de Monesillo. 
Llegando a Monesillo
Cargamos agua, bebo Isostar y Coca cola y como plátano (que, a la postre, es el avituallamiento típico que hago en todas las paradas, sin necesidad de nada más. Sólo como y bebo de lo que me dan en los avituallamientos. Lo que yo llevo es imperativo legal de la organización pero no toco nada.)
Ya es noche cerrada y pensamos en llegar a Confrides (km68) donde está la segunda bolsa para cambiar las zapatillas y, como es hora de cenar, meternos el segundo plato de pasta con carne picada que entra fenomenal, así como la Coca cola y el café.
Salimos bien abrigados para enfrentarnos a la larga noche de los tiempos y a la feroz subida del Aitana. Realmente no me parece tan dura. Arriba tengo que esperar a Dani, que le ha costado un poco más. Cuando asoma por la cumbre le digo que podemos empezar a correr, que me he quedado helado, pero él prefiere ir a un ritmo más pausado, así que ahí nos despedimos y yo comienzo una frenética lucha por entrar en calor y veo que me encuentro muy bien y que corriendo a un ritmo aceptable alcanzo, de nuevo y finalmente a la pareja de alemanes y a un grupo de Calp que nos habían adelantado al salir de Confrides. Es tanta la alegría y el ritmo que no veo un desvío a una senda y continúo por la pista, pero oigo silbidos que me indican que retroceda. No ha sido nada: dos minutos más de carrera.
Sogo adelantando corredores y me planto en la bajada a Sella, empinada, resbaladiza y traicionera. Me canso de adelantar a gente que casi no camina o directamente parados, quizás esperando que se aplane un poco la bajada. Esta parte de las carreras son las que más me gustan tal vez porque soy un inconsciente pero me encantan.
Entrada en Sella (km 90) con la última bolsa de recambio esperando. Sólo cambio la camiseta térmica, bebo el preceptivo Isostar y la Coca cola y el plátano y los dos lacitos y a continuar a tope con una interminable subida de 11 km por una pista bien cuidada que en muchos tramos permite apagar el frontal y disfrutar con la iluminación natural de la luna. !Cómo me gusta correr por la noche¡ Adelanto algún corredor más pero cada vez es más difícil ver al personal.
Coll del Sacaret (km 103). me paro a por el Isostar y todo lo demás y hablo con los chicos del avituallamiento que me plantean un plan de carrera: me dicen que me ven muy bien y que tengo a mano, por lo menos a 5 corredores que no hace mucho que han pasado. Me recargan las pilas y hago una bajada por una senda muy chula a un ritmo bastante alto y voy dando alcance a los corredores que me han dicho y me planto en el último avituallamiento y ya huelo la meta aunque queda superar la tachuela de la Sierra de Orxeta, que es dura porque es dura y porque es la última pero la subo como nunca he subido la última cuesta en una ultra y me encuentro perfectamente: sin calambres, sin cargas musculares, sin pájaras y con mucha energía y subo y bajo y me planto en Finestrat y a 300 m de meta veo a dos franceses que van delante y les aviso que corran porque sino los adelanto y eso da mucha rabia. Me hacen caso nada más oírme y aceleran lo suficiente para que me sea imposible darles caza. !Que bueno soy¡
Entrada en meta y con una satisfacción enorme y la comprobación en el terreno de que la enfermedad es pasado.
Ducha reconfortante, cambio de ropa y a esperar que llegue Dani. 
Mirando las hojas de clasificaciones aparezco como 4º Master, una pena pero llego a casa y me dicen los amigos que he quedado 3º. Cuanto lo siento porque en esta carrera si que me hubiera gustado subir al podio. llamo a la organización y me confirman que he acabado 3º.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Lo que dió de si el verano del 2015.

Tras pasar todo el mes de agosto con la radioterapia,  y tras el perceptivo dictamen médico, parece que ya me encuentro en disposición de volver a entrenar.
Nos vamos de vacaciones al pueblo de León y hay dos rutas que me planteo hacer:
La primera, una ruta circular por el Mampodre.
La segunda, una ruta BTT de 116 km y casi 3000 m. de D+

INTEGRAL DEL MAMPODRE.
Para organizar la ruta sigo el track de Javier González en Wikiloc. Gracias al track y a sus buenas indicaciones conseguimos hacerla sin problemas.
Empezamos a las nueve de la mañana, fresquito pero con buen tiempo. Salimos de Maraña y de pronto ya empiezan a impresionarnos las montañas del macizo del Mampodre.

Tras pocos quilómetros de ascensión suave, la cosa se complica y la verticalidad aumenta. Además empieza a llover y en muchos tramos la niebla nos impide ver el paisaje en su completa plenitud. Bien es verdad que la niebla también tiene su encanto, pero para una vez que venimos nos gustaría que hubiera salido un día más claro
Tras una ardua ascensión conseguimos coronar el Mampodre y pensábamos que lo peor ya estaba hecho. Craso error. 
El cresterío que quedaba y la bajada a los pastos cercanos al pueblo nos cuestan una barbaridad poprque la lluvia ha hecho que las piedras nos muestren su cara más insegura. Bajamos poco a poco y la parte final del cresterío que aparece en el track, decidimos no hacerlo y enfilamos cara al pueblo bajando por una pedrera larga, empinada y dificil que revienta a Anna.
Llegamos al pueblo sobre las 4:30 con bastante hambre y pensamos que ya no nos darían de comer pero preguntamos en el bar y nos dicen que sí. Nos sentamos y comemos como si n lo hubieramos hecho des de hace tres días.
Una ruta preciosa, algo técnica por la lluvia, pero nos lo pasamos genial. Gracias por el track Javi.

116 KM EN BTT POR LA CEPEDA Y EL OMAÑA. 
La otra ruta es un proyecto que tenía pensado y estructurado hace dos años, pero por una cosa u otra no había podido llevarlo a cabo. Este verano, como no podía hacer ninguna ultra trail por la cuestión de la recuperación, pensé que era el momento idoneo para llevarla a cabo y así fué. 
Salgo de buena mañana con el frontal para enlazar por caminos de la ribera con la pista que sube a Escuredo. 
A la altura de las Médulas de Villaviciosa (no tan importantes ni impresionantes como las de Ponferrada pero sí interesantes) me desvió para pasar por el medio de ellas y a través de la pista que sigue el cresterío llego al Pozo Fierro, primera tachuela del camino con sus 1524 m de altitud. Han sido dos horas de continuo ascenso hasta hollar la primera cumbre. Como en el Mampodre, a partir de la primera hora me acompañará la niebla durante las cinco siguientes. El paisaje nos presenta muchas imágenes bonitas
 y otras que por sabidas no dejan de ser trágicas.
La bajada hasta la carretera que une el valle de Samario con Tremor la hago por una pista en buenas condiciones que me permite ir muy alegremente y se me acaba en un periquete.

De nuevo toca subir, esta vez para alcanzar el techo de la ruta: el Suspirón, que con sus más de 1800 m. es el baluarte de toda la zona. (Yo sólo subo a 1786 m.) Hasta subir paso por una zona plantada con ventiladores. Resulta acongojante pasr al lado de ellos con la niebla y el ruido que hacen las aspas por encima de tu cabeza.
Cuando la niebla lo permite, aparecen unos valles preciosos. Cómo me gustan los paisajes de mi zona. Debe ser algo genético.
Y como ya he subido al Suspirón pues toca bajar hasta el valle gordo para enlazar con el siguiente collado que nos dejará en el valle del Omaña. la pista hasta el valle gordo es demencial. No permite acelerar y tengo que hacerla con mucho cuidado para no caer de la bici. El último pueblo del valle es Fasgar y de junio a octubre hay un restaurante que da menús de 14 € y es una pasada por el lugar, la comida y la atención. Si podeis ir no os lo perdais porque es un lujo. Se llama la Fasgarecha.
Cruzo el pueblo de Fasgar y por la derecha salgo a la siguiente pista, que el año pasado me habían dicho que estaba bien y, bueno, cuando llegas a los últimos pastizales y la cabaña has de ir con cuidado para no perderla porque los piornos se están haciendo con ella.
Las vistas que voy dejando atras son magníficas y paro a contemplarlas y para poder descansar porque ya voy fundido, pero me quedan muchos km y no pienso cejar en el empeño a no ser que sea fuerza mayor.
Subo al puto collado  de Vicicuende (1600 m.) y la bajada hasta el pueblo de Montrondo es una delicia que me permite recuperarme. Paso por otro de esos lugares que son poco conocidos pero que albergan un enorme potencial paisajístico: hablo de los abedulares de Montrondo, que parece ser aún conservan urogallos.
Paso por Montrondo y Murias para enlazar con la otra vertiente del valle y seguir una ruta que ya he hecho en bici y corriendo. me pesan las piernas y a la mínima subida no puedo ni con el alma. Pero me queda tan poco y la acabo así me maten. Son unos 40 km de sube-baja que no me ayudan mucho, aunque el entorno es acogedor.
Consigo llegar a casa despues de 13 horas de bici. He padecido como hacía mucho que no lo notaba pero me ha gustado y he cumplido con uno de mis sueños: enlazar mi pueblo con fasgar y Montrondo


TRAIL DE FERRADILLO.
Primera carrera oficial despues de seis meses. Se celebra en un pueblo abandonado del Bierzo, su nombre: Ferradillo. Según la organización hemos de ir a San Esteban de Valdueza, seguir la carretera a Villanueva i continuar 11 km por una carretera muy bacheada, pero mucho hasta llegar al campo de las danzas, donde nos espera un 4x4 para hacer los últimos 5 km.
Aunque el pueblo esté abandonado celebran sus fiestas patronales. Es un espectáculo ver la cantidad de gente que hay acampando en tiendas  y demás. 
Son 14 km y no mucho desnivel, así que para seguir probándome me viene muy bien. Dan la salida y empiezo bastante fuerte que no es mucho decir 
pero voy bastante bien y rodeado de robles, castaños y piornos. 
Una ruta muy chula que acabo en 1 h. 45’ y quedo el 79 de la general sobre unos 150. Perfecto.

Cuando volvían a bajarnos felicité al organizador y le puse como única pega la falta de hidratación en forma de cerveza al acabar la carrera. me dijo que se lo apuntaba.


EL FAEDO DE CIÑERA.
Ciñera es un pueblo minero de León, muy combativo en las luchas del carbón. También tiene un pequeño hayedo que hace tiempo gano el premio al mejor bosque de España. merece la pena visitarlo porque es pequeño pero está cuidado con un mimo exquisito.
Para acabar el verano en León propongo esta ruta para toda la familia porque no son más de 10 km sin casi desnivel y por buenas sendas y pistas de tierra.
Salimos del pueblo por una pista bien señalada que, después de 3 km nos deja a las puertas de este magnífico rincón, que en otoño tiene que estar a rebosar de color y seguro que de gente.
El bosque está lleno de carteles que te explican el tipo de árboles y te hacen sabedor de las leyendas del hayedo. 
.  
Continuamos un poco más adentro y llegamos a la garganta de las hoces del Villar con pasos de pasarelas. Con más agua tiene que ser una gozada. Así tampoco nos deja indiferentes. 

Llegamos al final del recorrido y no nos queda otra que retroceder para llegar al pueblo y tomarnos una merecida cervecita  



LOS TRES REFUGIOS (BIADÓS, ORÚS, ESTÓS)
Ya entrados en septiembre y como regalo de aniversario le ofrezco a la hija mayor la posibilidad de ser su guia y monitor para conducirla por esta espectacular ruta circular al Posets. Ella no se niega y el segundo fin de semana partimos hacia Huesca al refugio de Biadós donde empezaremos y acabaremos la ruta.
Llueve bastante y aunque las webs del tiempo hablaban de buen tiempo para el sábado y domingo no la tenemos todas con nosotros. Llegamos a Viados recorriendo una pista buena pero infame para nuestro coche tan bajo. Duramos una hora para 11 km. Pero llegamos casi a hora de cenar y sigue lloviendo. A media cena despeja y se ven las montañas y tienen nieve. A lo peor no podemos pasar del primer collado.Ya veremos por la mañana.

Amanece muy bueno así que a las 8 estamos en marcha hacia el collado de Eriste casi a 2900 m. y nevado pero poco y con nieve blanda. No hay peligro. 

El Posets cargado de nieve y la senda que lleva a él desde Orús una romería. Bajamos hacia el refugio de Angel Orús pero en el puente casi roto seguimos por la senda que nos acerca 
 al collado de la Plana donde paramos a comer contemplando los ibones. 
Bien comidos seguimos la bajada hasta el ibón de Batisielles y desde allí hasta el refugio de estós donde ya han empezado a cenar los franceses anguniosos. Así que sin adecentarnos nos sentamos y cenamos, nos aseamos y a dormir. la mañana del domingo es mejor que la del sábado y nos anima a subir la única cuesta que tenemos hoy: el collado de Chistau.

Ya coronando y bajando por la otra vertiente nos adelantan dos de los cuatro integrantes del GR11 en 11 que hacen el GR11 en 11 días. Que máquinas.
Nosotros seguimos a nuestra marcha, que tampoco es lenta y a las 11 h. 30' llegamos a Biadós, cogemos el coche, padecemos la bajada de la pista y llegamos a Ainsa donde paramos a comer.
Agradecer a losK2delasKumbres el track y el relato de la ruta ya que nos permitió enterarnos de muchas cosas a lo largo de la ruta. para repetirla.
Que el verano del 16 sea, por lo menos, igual que este.

sábado, 13 de junio de 2015

Como ave Fénix.

Intentando recuperar el tiempo perdido, para las carreras de montaña, intentando retomarlas allá donde lo dejé (Infer trail, 28 de febrero) y aprovechando que el día se presentaba lluvioso y con buena temperatura, decidí que el renacimiento del ave Fénix (aunque por escaso tiempo antes de entregarme en manos del radiólogo) sería en el recorrido de esa carrera.
Toca madrugar para llegar a buena hora y tener un buen colchón de tiempo por los imprevistos que puedan surgir, especialmente la falta de resistencia del ave Fénix. 
Aparco en Fleix. paso por el lavadero
y, alegremente, me enfrento a la primera bajada de les Juvees, todita ella de escalones que no permiten hacer un paso homogeneo, pero como es bajada no importa.
Me veo tan bién que la siguiente subida la hago corriendo y llego a les Juvees d'enmig.
En este punto comienza la bajada al impresionante barranco del Infierno. paso por la fuente y me remojo. Aunque no hace calor, el esfuerzo me hace sudar y se agradece el agua fresca de la fuente.
Llego a la base del Riu Girona, lugar donde se inicia la bajada por el barranco del infierno y, como siempre que se está abajo en la montaña, lo que viene a continuación es otra subida para llevarme al pueblo de Benimaurell. En el trail de l'Infer los corredores ya llevaban 20 km. yo he hecho 10 y, me parece que, las fuerzas flaquean. Pero mira por donde empiezo a ver cerezos cargados de frutos que
me piden: cómeme y no puedo resistirme y me avituallo a conciencia. Tanto que ahora empiezo a tener dos problemas: no podía con el rabo, pues me cargo el estómago a tope.
Para más inri, salgo del pueblo y me enfrento a la última subida que me llevará al Cavall verd. El paisaje es magnífico. Suerte tengo porque es lo que me entretiene y me permite ir subiendo.
El tiempo acompaña, no hace calor e incluso arriba se nota la suave brisa del mar. Así que sigo por la cresta
intentando llegar al último pico que se ve en la foto de abajo: el Cavall verd.
Más mal que bien llego y cuando veo que ya solo me queda bajar recupero un poco de resuello hasta llegar al primer campo de cerezos y parar para un nuevo avituallamiento. Antes de llegar al pueblo realizo tres nuevos avituallamientos de cerezas en dos km, lo cual hace que quede con los depósitos de hidratos llenos. Una pena que las piernas no quieran saber nada más. Llego al coche y veo con sorpresa que lo había aparcado al lado de otro cerezo con unas cerezas rojas y gordas que me obligan a coger unas cuantas más.
Acabo los 22 km y 1200 m de desnivel positivo en cuatro horas. Veo que no ando muy fino pero estoy contento por el reencuentro con la montaña y lo que venga ya se verá.