lunes, 22 de abril de 2013

Alcudia de Veo-tottrail

Hace una semana de la carrera y no había encontrado el momento de ponerme a realizar la crónica de lo que fue  para mí una de las carreras más bonitas, por el paisaje, y más duras, por el paisaje.
Leí  la crónica de Jose y me parecía como si la hubiera escrito yo por los sentimientos de dolor y satisfacción que destaca en ella.
La carrera surge de la idea de Alejandro Galindo, un gran ultrafondista, de la Alcudia de Veo que quería dar a conocer los lugares por los que se entrena. Cabe destacar, también, la colaboración inestimable de Juanan y Tottrail. Con Juanan conseguí hacerme una foto al final de la carrera, foto que aprecio porque Juanan me cae muy bien y es un gran ultratrailero.
 
Bueno, el caso es que nos preparó una carrera como las que me gustan: con mucha subida para sufrir y mucha bajada, para disfrutar y poco llano.
De la explicación del día anterior queda claro que la salida 

la hemos de tomar con prudencia ya que en los primeros 10 km nos vamos a merendar más de 1000 m de desnivel. Así que, los tres componentes del club Penya Himalaia presentes, salimos suaves y cerrando el pelotón, 


hasta que se acaba el asfalto y empieza la senda que nos lleva al pico Espadán, o casi porque esta vez no lo coronamos.

Aquí me despido de los compañeros y empiezo a adelantar corredores. Contando que salí el último y llegué el 64, adelanté a lo largo de la carrera a 118 corredores.
La subida al Espadán y el Rápita (la mayor altura de la sierra de Espadán) las hago siguiendo las indicaciones de realizarlas despacio ya que queda toda la carrera y parece que va a castigarnos el sol. 

Una vez coronado el rápita nos queda una larga bajada pasando por la nevera de Jinquer, la Font de l’Avellaner  y el Castell de Maus, donde me perdí durante unos 200 m y pude divisar las ruinas del castillo desde su base. Recupero la senda buena y tras subir una ligera cuesta llego a Suera, donde está el cuarto avituallamiento.
Me sorprende la cantidad de bosque que se conserva, 

vamos casi toda la carrera por medio de ellos, lo que nos da el frescor necesario para aguantar mejor los envites del sol. Los pueblos, también, son agradables y conservan parte de su encanto tradicional.
Salgo de Suera bastante entero pensando que ya ha caído la mitad de la carrera y voy cuesta abajo y disfrutando de las maravillosas vistas que, pienso, no pueden mejorarse hasta que en el km 23 ó 24, al girar en un recodo, me doy de bruces con los magníficos órganos de Benitandús y paro para hacer foto porque esta imagen es otra de las muchas que no me esperaba encontrar.
La carrera sigue dándome sorpresas y 1 km más adelante me topo con el pequeñito pantano de Benitandús y el pueblo de Benitandús y, aunque ya empiezo a notar el cansancio, me encuentro fenomenal disfrutando de la inmensa cantidad de sorpresas que nos depara este precioso maratón.
Desde el km 25 hasta el 33 (base de la peña del Pastor o como dice Jose: de la P*t* peña) discurrimos por un terreno variable que nos va a preparar para  esa tachuela. Antes de la subida pasamos por Aín: un pueblo sorprendente por lo bonito y conservado que se encuentra. 

En su fuente meto la cabeza debajo de su chorro para estar preparado para la subida siguiente. ¿Qué decir de esta ascensión? ¡Madre mía¡ Y mira que veníamos avisados y se veía en el perfil. Pero hasta que no la degustas no sabes cómo es realmente. A pesar de que la señalización es buena y se ven las cintas, uno mira hacia arriba y se pregunta: ¿por dónde puedo yo subir hasta esa cinta? Creo que es la subida más dura que he hecho en mi vida. A pesar de todo, corono la maldita peña del pastor y continuo para hacer la última ascensión de la carrera que es corta pero, también, nefasta. Se trata de la senda por la que bajamos en el maratón de Espadán pero en sentido contrario. Y mientras que en el maratón de Espadán suelo bajarla con una alegría casi suicida, en esta carrera hago la subida pensando en suicidarme, con la lentitud que me caracteriza. Me pasan algunos corredores, entre ellos la 3ª clasificada, así que pienso que debo ir bien colocado para poder subir al podio. Por ello decido, una vez acabado de subir todas las pendientes de la carrera, acrecentar el ritmo de bajada.
En el último avituallamiento me dicen que llevo un grupo de 5 corredores delante y me lanzo a por ellos. Consigo enlazarlos y, cuando puedo, los adelanto. La bajada me está costando más de lo que suele ser habitual en mi, debido a que por un error cogí las zapatillas de gore-tex y, con el calor que ha hecho, los pies se me han cocido y llevo las plantas con unas ampollas que me obligan a ir buscando una pisada que no me duela.
A pesar de todo consigo adelantar, desde el pico hasta meta (4 ó 5 km), a unos 10 corredores y llego al pueblo con muy buenas sensaciones: no estoy muy cargado, ni cansado. Pero el podio no puede ser, estoy el quinto de mi categoría y el 64  de la general, con un tiempo de 7 h. 3'.
La carrera es de 10 en todos sus aspectos: por bonita, por dura, por los voluntarios y por Alejandro que se lo ha currado y se lo merece. Enhorabuena.

miércoles, 3 de abril de 2013

Trail des Citadelles 2013

Aprovechando las vacaciones de semana santa y siguiendo el buen consejo de David hemos decidido, parte de la familia, irnos a pasar unos días a Francia y de paso correr el trail des Citadelles, carrera de 73 km con salida y llegada en Lavelanet, pueblo que forma parte de pays d'Olmes.
Los tres días anteriores a la carrera los pasamos visitando pueblos y ciudades de las cuales llevábamos recomendación y sobre todo queríamos ver Carcassonne pero mira tu por donde que fue lo que menos nos gustó de todo lo que vimos. en un orden descendente este sería el recorrido que recomendaríamos de lo que vimos: Mirepoix (pueblo pequeñito con una plaza con casas porticadas totalmente aconsejable), 
Mirepoix
Albi ( lugar donde habitó el obispo carnicero de los Cátaros y que para que el pueblo le temiera hizo construir un castillo-palacio con una torre descomunal que recuerda a la del Señor de los anillos. También hay un muy interesante museo de Toulouse-Lautrec), Narbona, Foix, Saint Lizier (que forma parte del camino de Santiago) y Carcassonne que es como un parque temático lleno de turistas.La imagen de la fortaleza es imponente pero entrar dentro del recinto amurallado y verlo tomado por una multitud de turistas como tu hace que pierda bastante del encanto que tiene.
Y llega el domingo y toca madrugar para tomar la salida a las seis de la mañana. 
Los corredores franceses salen escopetados y allí nos quedamos David, su hermano y yo en medio de la estampida buscando un sitio tranquilo en la carrera. Los tres queremos hacer la carrera en10 horas o un poco menos. Ya veremos en que acaba.
Llueve y vamos pertrechados con el chubasquero y no nos lo quitaremos durante las dos primeras horas. Después del primer avituallamiento en Belesta, deja de llover y toca guardar el chubasquero. En este avituallamiento adelanto a tropecientosmil de los corredores que habían salido a todo trapo.
Aunque no volverá a llover, las sendas están totalmente impracticables, con un palmo de barro en casi todo el recorrido. Aquí abajo dejo un pequeño vídeo de lo que fuimos pisando a lo largo de toda la carrera.

Ni que decir tiene que deseaba pasar por charcos grandes para desprenderme de algo del barro que llevaba en las piernas y zapatillas.
Avanza el día y pasan los avituallamientos y los km y las dos primeras montañas y nos encaramos con la tercera que nos va a llevar al último castillo cátaro que aguantó las embestidas del ejercito del Papa: Montsegur: un castillo situado en el punto más alto de la carrera. 

Castillo de Montsegur
Cuesta subir hasta arriba aunque lo bueno es que la bajada también es larga y nos lleva al tercer avituallamiento en Montferrier. 
Desde aquí nos encaminamos a por el siguiente castillo cátaro: el de Roquefixade que presenta unas vistas del pirineo descomunales como descomunal es la fuerza que hay que hacer para subir hasta allí.
Lo bueno que tiene estar arriba del todo es que ya sólo puedes bajar y empieza el descenso por un camino en bastante buen estado pero pronto recuperamos el barrizal que nos obliga a ir con mucho cuidado porque al menor descuido te puedes pegar un buen batacazo por un resbalón. Además la bajada nos regala la vista de una cascada maravillosa y sensual cercana a Roquefort les Cascades 
que a la postre es el penúltimo avituallamiento y ya sólo quedan 11 o 12 km para acabar. Voy cansado pero voy bien y disfrutando de los paisajes, bosques y praderas del recorrido. Ni se ni quiero saber las horas que llevo corriendo. Ya me enteraré cuando llegue a meta.
Paso por el último avituallamiento y encaro la última subida que me obliga a desprenderme de la camiseta térmica y quedarme sólo con la técnica ya que es solana y hay algo de sol y con el cansancio acumulado se hace sudorosa la subida. llego arriba y grito de alegría porque me quedan 3 o 4 km pero todos de bajada. Así que la carrera ya está resuelta o eso me parece pero le realidad es tozuda y me hace replantearme lo de que todo es bajada. El perfil así lo manifiesta pero es una senda seca a la que le han quitado el barro y le han puesto piedras y rocas por todos los lados y, como llevo los músculos ya algo afectados, me impide hacer un ritmo óptimo para este tipo de bajadas. vamos que cojo esta bajada en un entrene de 20 km y hago cada km en 4'. pero como no es un entrene y si el fin de la carrera, a veces, hasta tengo que ir caminando porque no confío mucho en la pisada.
Y llega la última bajada con cuerda y todo para llegar al pueblo y entrar en meta. 
 
El speaker, que pronuncia mi nombre fatal me dice que he hecho un tiempo de 11 h. Esto es 1 hora más del peor pronóstico que me había hecho. Un poco decepcionado me quedo porque el entrenamiento me va saliendo bien. Quizá es debido al barro que me ha impedido hacer las bajadas como me gustan. Sea lo que sea he de decir que estoy muy contento de haberla corrido porque me ha permitido conocer una zona del país vecino bien bonita.
La carrera ha estado bien organizada y señalada pero algún pero si que le pondré fundamentalmente en la señalización de los km recorridos y en la bolsa del corredor que para lo que nos tienen acostumbrados en España me pareció un poco escasa. También quiero destacar lo que les cuesta a los corredores franceses apartarse para dejarte pasar cuando tu vas más rápido. David al final se cansó y les picaba con el bastón para indicarles que quería pasar. obtenía reniegos pero le abrían el paso. Por lo demás todo ha sido perfecto: los voluntarios muy amables y cordiales.
Carrera recomendable a pesar del barro o también por el barro porque es una experiencia buena el correr bajo esas condiciones.
El recorrido.