sábado, 20 de octubre de 2012

25 km mojándome.



Hoy amanece lluvioso y me apetece correr y mojarme así que me encamino a la sierra de Aledua a disfrutar de una sensacional carrera dentro de una desapacible mañana.
El día está negro pero no llueve y tengo que quitarme el chubasquero ya que nada más empezar me toca subir la primera de las 10 cumbres que me he propuesto subir hoy para hacer un entrenamiento exigente ya que llevo dos días sin poder salir y me encuentro con fuerzas suficientes para intentarlo.
Nunca he hecho este recorrido peo alguna vez tiene que ser la primer. Y la primera cresta es la del alto de València. Desde arriba el paisaje se muestra espléndido y las vistas maravillosas como siempre pero hoy un poco distintas a causa de la meteorología.

Me encamino hacia La Mallada, en el Almaguer y voy dejando detrás de mí la desolación de un paisaje invadido por la niebla que avanza hacia mi. Esto se pone emocionante: no sólo llueve y ahora en abundancia sino que también hace acto de presencia la niebla. Fenomenal.
Doy una vuelta por el Almaguer y de nuevo me encamino a la sierra de Aledua para subir el Besori que es el punto más alto de esta sierra y que tiene una trialera maravillosa para subirla agonizando pero que te llena de emociones y te permite ver alguna zona muy colorida, característica del otoño.
Subo el Besori, lo bajo y vuelvo a subir hacia la partida de Castellar para, de nuevo, bajar por el Puntal que me deja en la carretera asfaltada y al km me desvio a la derecha para subir por la senda del Estepar. Aquí llueve sin clemencia y por la senda baja un buen riachuelo de agua. Fantástico, maravilloso ver esta tierra tan seca rezumando agua. No me lo podía perder.
Voy por la sexta cuesta y como se ve en el perfil 
 
me queda otra bajada y luego encadenar una subida con ligeras bajadas que me van a dejar a los pies de la trialera del gas. Me quedan 4 km para llegar al coche y estoy fenomenal. En este trayecto sale el sol y empiezo a mirar por si aparece el arco iris pero no le da tiempo y el sol se esconde y sigue lloviendo. Aunque no haya salido el arco iris la mañana ha sido generosa con lo que yo había venido a buscar. Acabo el entrenamiento contento.
He hecho 25 km con un desnivel + de 1300 m y otros tantos de desnivel - en 3 horas. y todo ello disfrutando y no he acabado muy cansado. Mañanita perfecta.
Track.

viernes, 12 de octubre de 2012

PR-CV 263 (pantano de Tous)

Una semana después del ultra del Guara y ya bastante recuperado decido ir a correr por las montañas del pantano de Tous, siguiendo el PR-CV 263 aunque con alguna variación para hacerlo un poco más largo, más duro y con menos asfalto. Se puede llegar en coche hasta el mismo PR, así que allí dejo el coche y comienzo la ruta.
Parte de ella la conozco por hacerla en bicicleta pero la mayoría es nueva para mi y llevo el GPS con la ruta cargada por si hay algún problema. Al medio km de empezar dejo el PR para bajar por una trialera muy entretenida y concurrida y que dará un poco más de desnivel al recorrido.
A los 6 km vuelvo a recuperar la senda del PR y no lo abandonaré hasta el final.
El primer hito importante es el cabeçó del Mellao con unas vistas impresionantes a un casi vacío pantano de Tous resentido por la escasez de lluvias.
La presa de Tous desde el Cabeçó del Mellao.
 Desde el Cabeçó viene una bajada pronunciada hasta  el asentamiento del antiguo pueblo de Tous. Se puede divisar el campanario de la iglesia del pueblo sumergido saliendo de las aguas.
La torre de la iglesia
Ya en la cuenca del pantano me desvío poco menos de 1 km para llevarme una sorpresa gratificante al descubrir la fuente del Chorrillo que emerge de entre las rocas cársticas como por arte de magia. Esta en clavada en un rincón precioso y merece la pena visitarlo.
Fuente del Chorrico
 Ya sólo me queda subir unos 3 ó 4 km para llegar hasta el coche. La subida es por un camino asfaltado pero acompañado por las vistas al pantano que hacen más ligera la subida. A media cuesta me topo con una madre cabra montesa y sus dos hijos pasando la carretera y no me ven por lo que me da tiempo a sacar la cámara y hacerles alguna foto. lo que faltaba para acabar de redondear la ruta de hoy.
He acabado con muy buenas sensaciones y parece que lo del Guara está ya olvidado y me encuentro totalmente recuperado. Así que a seguir con el entrenamiento y a por otras carreras.
Ruta.

martes, 9 de octubre de 2012

Fallido IV ultra trail Guara somontano



Se acerca el segundo reto de la temporada: el IV ultra trail Guara Somontano. Una carrera de 98 km y casi 6000 m de desnivel positivo. En definitiva: una locura. Pero ya nos hemos inscrito antes del verano porque nos apetece conocer esa bonita zona de Huesca, famosa por sus innumerables cañones y zonas de escalada. No hay vuelta atrás y , además, vamos con buenas sensaciones recogidas en el maratón de Javalambre. Esperamos por lo menos acabarla dentro del límite que da la organización.
El viernes por la tarde cogemos el coche y nos vamos a Alquezar. Pueblo muy bonito y muy cuidado donde nos tratan con una amabilidad impresionante. Cenamos y a dormir.
Sábado, 7 de la mañana, para arriba, a prepararse, recoger el dorsal y en línea de meta a las 8 h 30’. 
Salimos juntos Alfredo y yo y hacemos los 2 ó 3 primeros km a un ritmo suave. Yo me empiezo a desentumecer y le digo a Alfredo que me voy para adelante. Ya nos veremos en la meta dentro de muchas horas.


En Asque, primer avituallamiento, empiezan a pasarme como balas los corredores de la trail y eso hace que, sin notarlo, aumente un poco el ritmo.
Km 14 volvemos a pasar por Alquezar y es una fiesta, menudo ambiente se respira en el pueblo.
Sigo corriendo a un ritmo endiablado por culpa de los del trail que me llevan en volandas y seguiré así hasta el km 26 donde nos bifurcamos y ya bajo el ritmo, consciente de que así no aguantaré la carrera. En Viña, 3r avituallamiento, voy entre los 50 primeros.
Y empieza la subida más dura. Hasta el collado de las Almunias voy siguiendo a un Vasco que me proporciona un ritmo muy llevadero pero a partir del collado la carrera empieza a torcérseme. Voy subiendo por una pista perfectamente bastonable pero empiezan a adelantarme corredores en número indefinido. Bien es verdad que nunca he sido muy bueno subiendo. Me digo, ingenuamente, que adelantaré en la bajada. pero después de una calamitosa ascensión al collado de Balcez en la que me adelantan no menos de 15 corredores empiezo a bajar y no me encuentro nada, nada fino y noto en el estómago algún apretón. La cosa no pinta bien pero puedo hacer la bajada hasta Rodellar corriendo pero sin adelantar a nadie. otro indicativo que me va diciendo que no tengo el día y que voy a sufrir más de lo que corresponde.
Por lo menos la entrada al pueblo de Rodellar es muy bonita, por un camino rodeado de altas tapias llenas de verdor y sombra.
En Rodellar hago una parada más larga de lo que acostumbro para ver si me recupero un poco pero cuando voy saliendo del pueblo empiezo a vomitar y me quedo sin comida y sin líquidos en el cuerpo. Menos mal que la ruta de la salida también es majestuosa, pasamos por un barranco que tiene una burrada de vías de escalada y todo ello: el paisaje y los escaladores me anima un poco y me hace olvidarme de mis padecimientos. pero será por poco tiempo porque me voy a encarar a, quizá, la subida con más desnivel de la carrera y voy a padecer lo que nunca he padecido en carrera alguna que haya corrido. A media subida me encuentro con Ramón, que tiene un blog sensacional y muy currado: Corriendo por la Sierra está haciendo fotos de la carrera, le saludo y le felicito por su blog y sigo arrastrándome y subiendo hasta el Cajigar. Pero antes tengo que tirarme en tierra un buen rato porque no puedo con el alma. Intento comer unas almendras garrapiñadas que siempre llevo conmigo e inmediatamente empiezo a devolver. En mi mente se va abriendo la idea de retirarme en el próximo avituallamiento: Letosa.
Cortesía de Monrasín























Llego a Letosa, km 54, 1 y les digo que me retiro. me duele mucho el tibial anterior y el oído derecho y el estómago y estoy un poco mareado. pero maldita mi suerte, me dicen que si me quedo allí no me retirarán hasta las 12 de la noche y, aún, son las 7 de la tarde. Así que cambios de planes me pongo el frontal y me encamino hasta el próximo avituallamiento en Bellostas donde llego un poco antes de las 8 h 30'. Antes de llegar a Bellostas pasamos por una serie de pueblos abandonados: Otín, Letosa, bagüeste. Es triste ver estas estampas. Para mi que soy de un pueblo con muy pocos habitantes ya, me resulta doblemente doloroso comprobar lo que le puede pasar al mio. 
Me siguen adelantando corredores pero ya no es tan estridente. Noto que me he recuperado pero no confío en que el cuerpo me respete y sigo sin poder comer nada y tomo la decisión de abandonar por primera vez en una carrera de montaña. Es una sensación triste, de fracaso pero muy meditada. Mejor recuperarse bien y poder correr otras muchas e incluso esta. De hecho ya me estoy planteando, si encuentro tiempo, volver a Alquezar y hacerla en autosuficiencia cualquier día de estos. Ya se verá.
De Bellostas me evacuan rápidamente por gentileza de uno de los voluntarios que había en el avituallamiento al cuál le doy mi más sinceras gracias. Llego a Alquezar a las 10 de la noche a punto para tomarme una cervecita con las chicas que acaban de cenar y, también, por primera vez en mi vida no consigo acabar una cerveza después de haber corrido una carrera de montaña. Otro indicativo más de que no tengo bien el cuerpo y de que lo mejor que he hecho ha sido retirarme. Me voy a la cama a descansar.
Un poco más recuperado, el domingo por la mañana acompañamos a la familia a hacer la ruta de las pasarelas del Vero. Ruta que habíamos hecho el día anterior pero a un ritmo frenético porque me iban achuchando los de la trail .
De la organización no puedo decir nada más que alabanzas. Nos han tratado con cariño y me he sentido como en casa. Una única objeción: quizá en algún avituallamiento de la hora de comer debería haber algo más consistente como: arroz, macarrones... Por lo demás un 10 a todos ellos. La carrera en sí es dura pero no más que otras muchas. 
En otra ocasión volveré a intentarlo.