lunes, 27 de agosto de 2012

Ruta del Catoute


Hace algunos meses vi un entrenamiento de Salva Calvo que consistía en subir al Catoute (pico cerca del pueblo de “Colinas del Campo de Martín Moro Toledano”, posiblemente el pueblo con el nombre más largo) y yo, que ya se me acaban las vacaciones y me empieza a molestar la morriña, decidí intentar realizarla pero subiendo desde Fasgar que es el pueblo más cercano al mío: en total van a ser unos 6 km más de carrera que no llevan a ningún lado.
Llego con el coche a Fasgar sobre las 7 h. 30’ despues de recorrer 50 con el coche y a las 7h. 45’ empiezo a subir la empinada cuesta que me va a dejar en el campo de Santiago a los pies de la ermita de Santiago, pequeña iglesia sin pretensiones y que marca un hito en uno más de los posibles caminos de Santiago.
A media cuesta ya me encuentro con la primera fuente del recorrido. Es interesante porque en su lateral tiene una poesía sobre la sed y el mar.
Después de pasar el campo de Santiago empieza la primera dificultad seria de la mañana y cómo me parece poco me empeño en subir por el barranco que no toca: uno situado un poco a la izquierda del que debería haber cogido según el track que he bajado del wikilok. Cuando me doy cuenta del error ya he subido bastante y decido seguir adelante. Craso error que voy a pagar con más sudor, esfuerzo, picadura de ortigas y acumulación de mala leche. 
Campo de Santiago
Cuando llego al collado y recupero la senda observo que el barranco por el que debería haber subido es más suave y con menos vegetación. En fin: que no aprendo y me gusta ir abriendo vías nuevas. 
Empiezo a crestear y es el único momento de la ruta que tengo algo de visibilidad sobre todo para el valle de Salientinos. Es la segunda vez que subo al Catoute y se que las vistas que me pierdo son fastuosas pero no hay remedio así que sigo adelante.
Valle de Salientinos

Un poco más adelante y con bastante desnivel empiezo a entrever el mítico pico Catoute, que cómo todos los picos sobresalientes tiene sus historias y sobre todo es emblemático para los montañeros del Bierzo Leonés. 
Pico Catoute con niebla.
Llego al pico menos cansado de lo que pensaba y me encuentro un nutrido grupo de caminantes con los que hablo un rato. Me ofrecen de sus viandas y sobro todo vino pero , amablemente , las rechazo y empiezo el descenso siguiendo el track que llevo en el GPS. Voy muy rápido y muy bien. Pero llego a un punto donde ni por asomo veo por donde puede ir el track. No hay nada marcado y todo es monte cubierto de urces y piornos  y robles que empiezan a crecer, pero ni rastro de una mínima senda. Estoy como una hora dando vuelta a lo tonto por ver si por un casual encuentro la senda. retrocedo, avanzo, giro pero no doy con la maldita senda. Después de una hora y muy cansado decido regresar sobre mis pasos para intentar ver otra posible vía de escape. En el GPS no se aprecian sendas que pueda transitar. Al final y con un aclarado de la niebla veo un valle que me suena de la otra vez que subí y, por suerte, es el mismo. Ya veo el sendero y lo sigo, olvidándome del que llevaba en el GPS. Hasta Colinas es todo bajada y lo hago corriendo pero un poco más suave porque la búsqueda  del maldito sendero me ha agotado.
Pico Catoute.
Llego a Colinas y me detengo lo imprescindible porque he quedado que llegaría a comer y con tanta pérdida no se si lo conseguiré. Desde aquí ya no me queda más que subir aunque en muchos tramos puedo correr ya que el desnivel es muy suave y la senda es muy bonita : con mucha vegetación, moras, fuentes y el arrullo del río Boeza en el que acabaré bañándome a mitad de la ascensión para rebajar la incipiente inflamación muscular. El agua está helada pero me sienta fenomenal.
Colinas del Campo de Martín Moro Toledano
Los últimos 2 km son de bajada y recupero un pequeño y mantenido trote hasta llegar al coche a las 14 h. 30' despues de 6 h. 45' de correr y caminar para conseguir realizar uno de los objetivos del verano.
Creo que el año que viene lo repetiré pero con mi track mejorado y disfrutaré mucho más y a ver si tengo mejor día y la niebla no me dificulta la visión.
Track. 

domingo, 19 de agosto de 2012

Rafting, Espigüete, Brañagallones.


RAFTING.
Intensa la semana de actividades en la naturaleza. Se acaban las vacaciones e intentamos culminar todos los objetivos que nos habíamos propuesto y parece que no nos queda tiempo.
El martes comenzamos con una bajada por el rio Porma haciendo rafting. Fueron 2 horas de intensa actividad física siguiendo las órdenes del monitor. Pasamos algunos momentos de tensión, especialmente en la cascada, 

que sin ser muy grande, hizo que cayéramos al agua varios de los componentes, entre ellos yo.
El rafting lo realizamos en el rio Porma, dando inicio cerca del embalse que permite el caudal necesario para poder llevarlo a cabo y acabamos cerca de Boñar. Tiene varias zonas muy entretenidas con rápidos, cascadas y una roca desde la que nos lanzamos al rio en un salto de unos 3 metros. En definitiva: movida y entretenida tarde del martes.



ESPIGÜETE
Para el jueves había quedado con mi primo Ricardo para hacer la ascensión del pico que pensábamos era el más alto de la provincia de Palencia: el Espigüete. Después de subirlo y mirando por internet hemos visto que ha quedado relegado al tercer lugar siendo el más alto el Peña Prieta Palentino, después el Curavacas y finalmente el Espigüete en tercer lugar con 2451 m.
A pesar de todo, el Espigüete tiene su importancia porque se divisa muy bien y es bastante compacto.
A las 7 h. 30’ comenzamos la ascensión siguiendo el cauce del rio Mazobres por un camino que, a la postre va a ser el único que veremos en toda la ruta ya que una vez encarados con el pico vamos a ir por sendas bastante irregulares. En la ascensión pasamos por algunas de las múltiples simas y cuevas que pueblan esta ladera.
La ascensión final se nos hace dura porque hay mucha piedra y no avanzamos. Pero poco a poco conseguimos coronar la cima y quedamos totalmente sobrepasados con las vistas que se nos muestran. 
Se divisa el pantano de Aguilar de Campoo, el Curavacas, las tres formaciones de los picos de Europa (con el Peña Santa, los Horcajos, Torrecerredo…) 
Aunque solo fuera por las vistas merece la pena hacer esta ascensión.
La bajada la hacemos pasando del track y abrimos una nueva vía que llamaremos de los Arias.
 Es más difícil y más larga pero como vamos sobrados no nos cuesta mucho llevarla a cabo. La verdadera razón de esta vía es que cuando empezamos a bajar vimos un sendero bien definido y pensábamos que era ese el camino. Cuando volvimos a mirar el GPS habíamos bajado 300 m y ya no teníamos ganas de volver a subirlos para recuperar la ruta así que a las bravas nos inventamos la bajada que aparece en el track. La parte final la hicimos por la senda normal que también es difícil de narices ya que vamos todo el camino cresteando hasta llegar al aparcamiento.
Al llegar al punto final nos lavamos en la fuente, nos cambiamos de ropa y a comer que nos lo hemos merecido.
Ruta.

BRAÑAGALLONES Y CANTU DEL OSU.
Para acabar la semana nos encaminamos a Asturias por el puerto de Tarna (1400 m.) para llegar al pequeño pueblo de Bezanes, donde comienza la ruta de la vega de Brañagallones, una ruta de unos 11 km de una belleza singular ya que transcurre, casi siempre, en medio de unos inmensos bosques de hayas 
que cuando se acaban permiten unas vistas amplias de los grandes y profundos valles que la rodean. En estos 11 km subimos unos 600 m de desnivel. Hacemos la primera parada en el texu de la oración, 
en el mirador. Nos dijo el taxista que nos bajó que es un lugar privilegiado para ver el variopinto colorido de los hayedos en otoño y nos recomendó la tercera semana de octubre como la mejor para ver el bosque en plena efervescencia de colores.
La siguiente parada es a mitad del camino en una providencial fuente con un agua fresca y cristalina. Llegamos a la vega de Brañagallones 
sobre las 14 horas y se nos plantea un dilema: hemos quedado con el taxista que nos recogerá a las 16 h. Esto quiere decir que si queremos hacer la siguiente parte del recorrido tenemos sólo 1 h 30’ para subir al Cantu del Osu y volver a la vega Son unos 3 km de subida y otros tantos de bajada con otros 600 m de desnivel. Las chicas se tiran a la niega y dicen que a ellas nadie las mueve de allí así que Luís y yo nos deshacemos de parte del material y nos quedamos con lo imprescindible para intentar una ascensión más rápida. Así y todo partimos con la premisa de que a los 90’ daremos la vuelta aunque no consigamos cumbre. Iniciamos la ascensión con fuerte ritmo y conseguimos llegar al Cantu del Osu en 40’. 
Hacemos la perceptiva foto, firmamos en el libro de visitas. Vemos toda la contornada que se divisa desde la cumbre y bajamos con un ligero trotre que nos permite llegar a la vega tranquilamente habiendo empleado en la subida y la bajada un poco menos de 90’. Nos da tiempo a hacernos otro bocata y a las 16 h nos recoge el taxi para acercarnos a Bezanes.
El parque de Redes es un parque natural y como tal (y según las leyes de uso y aprovechamiento del parque) sólo permite circular por sus pistas a los empadronados en sus pueblos. El taxista es uno de ellos y entre sus negocios tiene el de subir o bajar excursionistas hasta la vega de Brañagallones. Se llama Rafa y su conversación es amena. Si decidís parar por esos lares os lo recomiendo. La excursión acaba en el pueblo de Bezanes y de vuelta a casa, coronando el puerto de Tarna, vemos un letrero que anuncia la Fuente de la Nalona. Aparcamos el coche y le hacemos una visita a la fuente 
que a la postre resulta ser el manantial que da origen al mítico rio Nalón. Con esta visita damos por finalizado el día y nos encaminamos a casa, en el bonito y entrañable pueblo de San Román de los Caballeros.
Ruta.

domingo, 12 de agosto de 2012

II carrera de Montaña Fontañán-Cara Pisaverde

Sin haberlo planificado y bastante desentrenado decido de una semana para la otra correr la II carrera Fontañán- Cara Pisaverde que tiene su salida y llegada en el pueblo Leonés de Llanos de Alba.  Parece ser que va a correr el mejor corredor Leonés de ultra distancias y uno de mis ídolos: Salva Calvo, así que aunque sólo sea por conseguir una foto con este auténtico crack decido apuntarme y a ver que sale después de casi 2 meses de baja actividad.
A las 16 horas recojo a mi primo Ricardo, que se va a introducir en el mundo de las carreras de montaña después de haber participado en diversas maratones de asfalto. Llegamos con hora y media de adelanto y nos da tiempo para muchas cosas: tomamos café, vemos a Salva y nos hacemos las fotos de rigor y con mucha ilusión.

Asistimos a la salida de los caminantes que inician el recorrido una hora antes y a las seis y media salimos los corredores. Somos un centenar y excepto a Salva Calvo no conocemos a nadie más.
Desde el primer momento la carrera se empina y comienza el sufrimiento. Ricardo me dice que vaya a mi marcha y me adelanto pero muy poco porque a mí no me da para más y el está bien entrenado pero es su primera carrera de montaña y va precavido.
Tras la primera subida hay una larga bajada que no me gusta nada ya que la vuelta es por el mismo camino y eso supone que al final tendremos que subirla y a mí para acabar las carreras me gusta que sea todo para abajo. Pero da igual esto es lo que tiene la montaña. La ruta está muy bien marcada lo cual no quiere decir que algunos corredores no pierdan el camino bueno y tengan que retroceder. El día es caluroso para lo que acostumbra por estos lares pero hay buenos avituallamientos y no supone ningún problema. Sobre el km 8 llegamos a coronar, casi, el pico Fontañán, que nos ofrece unas vistas espléndidas a pesar de la calima imperante.
La siguiente bajada es muy técnica, de las que a mí me gustan y la disfruto a tope pisando lascas que resbalan, arbustos bajos que intentan impedirte el paso, pero es cuesta abajo y estoy totalmente recuperado. En lo alto del pico nos han dicho que tenemos que dirigirnos a una pista que se ve al fondo pero no hay senda, la senda es toda la falda de la montaña y cada uno va por donde mejor le marca su instinto. Llegar a la pista de tierra ya casi supone dar por finalizada la carrera ya que ahora es todo cara abajo. Voy a un ritmo constante, consigo adelantar a dos corredores y, a falta de 2 km, me adelanta a mí otro corredor que según observo es de mi categoría e intento seguirle para ver si puedo disputarle el puesto pero va muy bien bajando y, por lo que observo en la última subida, mejor subiendo así que no tengo nada que hacer y me dedico a seguir mi ritmo e intentar que no me adelante nadie más, cosa que consigo y llego a meta el 14º de la general y el 3º de mi categoría. El primero de mi categoría es Salva Calvo, cosa que me llena de gran orgullo ya que así podré subir al podio al lado de uno de los mejores corredores mundiales de ultrafondo. Lástima que la cámara quedara sin batería y sólo haya podido conseguir esta mierda de foto para uno de los mejores momentos de mi carrera deportiva.
Me da tiempo a hacerme una foto con el ganador absoluto. 




 La entrega de trofeos se demora  demasiado porque estamos esperando a los últimos corredores que parece que se han perdido y cuando llegan tienen un cabreo del demonio. Yo, sinceramente, considero que no tienen razón porque la carrera estaba señalizada muy bien. Dicen que puede ser que alguien haya quitado algunas cintas pero eso ya no serías achacable a la organización sino a algún desaprensivo que puede que los haya.
 Cuando empiezan a dar los trofeos ya es de noche y no tenemos más que la luz de los focos de un coche y como no se ve muy bien a mi acaban por darme el trofeo a la 4ª chica mejor clasificada en veteranas B. Tendré que contactar con la organización por si esta chica quiere el trofeo. 
 A mí me da igual y me quedo con el grato recuerdo de compartir podio con Salva Calvo aunque sea de tan mala calidad.
La carrera parecía suave pero al final me salieron 25' más de lo que pensaba. Fueron unos 16 km en 2 h 10' lo cual da idea de la dureza de la prueba.
Un 10 para la organización a pesar del desbarajuste de la entrega de premios.