viernes, 13 de abril de 2012

Vía ferrata del Cid con rappel.

Viernes 13 de abril y hoy, también, toca madrugar de lo lindo porque tengo que estar en casa a la hora de la comida ya que me esperan unas fabes con almejas que presupongo tienen que estar de muerte. y como lo cortés no quita lo valiente, me levanto a las 6 de la mañana para coger el coche y acercarme a Petrer, pues como dice el título de la entrada hoy voy a hacer la vía ferrata del Cid. 
Llego a Petrer sobre las 8 de la mañana y con algunas vacilaciones encaro la aproximación hacia la pista de donde parte la vía ferrata.
Unos 2 km antes de llegar a la vía veo, con sorpresa y alegría, que han puesto una cadena para que no pasen los coches. Eso me supone un cambio de planes ya que me quedo más lejos de la salida pero me encanta que prohíban la circulación por las pistas de los montes.
Una vez dejo el monte y cojo la mochila con todo el material de escalada y la cuerda para el rappel empiezo a ascender con un ligero trote hasta las primeras rampas de hormigón que no me permiten nada más que caminar. La aproximación al canal de entrada de la vía me permite disfrutar de unas vistas maravillosas.
Y llego a la canal y esto es lo que se ve desde abajo y hasta donde tengo que subir. me equipo con el arnés, el disipador, el casco (en esta vía es muy importante el casco porque hay mucha piedra suelta y, a veces, cae cada pedrusco que asusta)

Hace sobre un año y medio que no subía la ferrata y observo que la han reequipado poniendo, para mi gusto, un número excesivo de escalones lo que le resta un poco de emoción a la ascensión sin que por ello haya mejorado sustancialmente la seguridad. Tampoco es una queja porque he ido a disfrutarla y si tengo que tocar más hierro, pues lo toco y no pasa nada.
Desde la pared vertical hay una vistas inmensas llenas de adrenalina y, supongo que por eso, más satisfactorias. Es una gozada estar aquí suspendido, rodeado de silencio solo roto por el latido del corazón cuando se desboca al ver lo que falta por pasar.
En una de estas veo una imagen gamberra de algún compañero escalador que tiene la gracia de colocar esa calabera como recordando lo que seremos si falla el cable de vida.
Desde la calavera hasta la cima del Cid ya queda poco y vuelvo a observar que con el exceso de equipamiento de la vía han acabado con el paso, para mí, más complicado de toda la ferrata, situado en la última canal. Han colocado tal número de escalones que el paso es muy sencillo. Una pena. 
Desde el pico enfilo hacia la izquierda para aproximarme al anclaje del rappel. es una opción que no debe hacer mucha gente y la senda casi no se ve. Por momentos he pensado que me había perdido hasta que volví a encontrar el cable que permite una aproximación segura.
La salida del rappel es bestial. Son 30 m. verticales del todo.
Aquí dejo un vídeo de muestra de lo bonito e imponente que es el rappel. Como he dicho son 30 m. así que es necesaria una cuerda de 60 y viene un poco justa. Al final hay que bajar con cuidado porque se acaba la cuerda a falta de medio metro para poner pie en tierra.
Acabo de recoger la cuerda y bajo parte de la vía que he subido para llegar de nuevo a la pista. Allí me despojo de todos los cachivaches de la profesión y, como es hacia abajo,  hago el regreso trotando hasta que me encuentro con dos senderistas que van caminando a buen ritmo y me uno a ellos hasta llegar al coche. Paso un km muy ameno enterándome de bastantes particularidades de la vía. Los compañeros son de Petrer y se llaman, los dos, Manolo. Entre otras cosas me cuentan que la vía lleva montada con cable muchos años y que antes se subía, desde la pista, por otra canal que está encarada justo al rappel.
Una vez en el coche me dirijo a Fontanars dels Aforins a cargar el maletero de vino en la bodega de Belda que tiene un cabernet sauvignon buenísimo a un precio inmejorable.
Ni que decir tiene que les fabes de la comida estaban de muerte. Así que puedo decir que voy teniendo un día completo, completo.
Ruta.

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